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Que es el boxeo?

El boxeo (boxing en inglés) es una disciplina deportiva o deporte de combate con una serie de categorías según el peso de cada boxeador. Las reglas son simples, 2 contrincantes luchando con sus puños con guantes y golpeando al adversario de la cintura para arriba. La lucha tiene breves asaltos o rounds. Los boxeadores pueden terminar el número de asaltos dispuestos según la pelea o categoría, o llegar a derribar al adversario por más de 10 segundos sin que éste último se levante. El nocaut es uno de los episodios más polémicos en el boxeo y es determinante en el resultado de una pelea.


Contexto

Luchar con los puños como competición y espectáculo es tan antiguo como el mismo deporte. Los concursos de boxeo se han practicado desde la antigüedad. Los púgiles griegos llevaban guantes (no acolchados) y protecciones bajo los codos como único atuendo, ya que competían desnudos. Existe la evidencia de que el boxeo predominaba en África del norte durante hacia 4.000 aC. Hacia el 688 aC fue aceptado como deporte Olímpico (los griegos antiguos le llamaron Pygmachia), los participantes en estos juegos eran entrenados con sacos de arena (llamados korykos),  los púgiles mantenían los dedos libres, llevando correas de cuero (llamadas himantes) en las manos, muñecas y, a veces en los antebrazos, para protegerlos de lesiones.
La palabra “boxeo” comenzó a usarse en la Inglaterra del siglo XVIII para distinguir entre la lucha para resolver disputas y la lucha bajo reglas establecidas como deporte. Ahora se utiliza para describir un deporte en el que dos contrincantes (púgiles) llevan guantes acolchados, se enfrentan en un cuadrilátero y pelean un número acordado de asaltos siguiendo unas reglas. Aunque los hombres siempre hayan sido los participantes más numerosos, existen referencias a peleas entre mujeres durante el siglo XVIII, y a finales del siglo XX se organizaron de nuevo luchas femeninas.
El Boxeo es considerado un deporte en el que dos luchadores se enfrentan golpeándose, de acuerdo a un preciso reglamento, con los puños recubiertos por unos guantes especiales y torso desnudo por los profesionales. La primera codificación de las normas que regulan los encuentros de boxeo se remonta a 1743, mientras que las reglas todavía vigentes fueron establecidas en 1889 por el marqués de Queensberry, quien entre otras cosas introdujo el uso de los guantes.
Los encuentros de boxeo comenzaron realizándose sin limitación de asaltos, a continuación a 20 asaltos y luego a 15, actualmente los campeonatos del mundo y continentales se realizan a 12 asaltos, los campeonatos con título nacional en juego a 10 asaltos y los combates sin título en juego o con algún título de menor importancia se realizan a 4,6,8 o 10 asaltos según se pacte, los combates en el campo amateur se realizan a 4 asaltos de 2 minutos (los asaltos en combates profesionales son a 3 minutos).
Durante el siglo XVIII y principios del XIX, el pugilismo sin guantes fue un precursor importante del boxeo en Gran Bretaña. Sin embargo, con toda seguridad se extendió más allá de los espectáculos celebrados en campos de frontón y canchas de tenis en el Londres de principios del siglo XIX. Estos preliminares tuvieron varias características que anticiparon el futuro deporte del boxeo. Los púgiles llevaron los “amortiguadores” (guantes acolchados), se predeterminó la duración de la lucha y se llamó “tiempo” a un período establecido. Se prohibió la lucha cuerpo a cuerpo y el golpear a un contrincante en el suelo. Ninguna de estas características estaba presente en el pugilismo a puño descubierto. La primera persona en codificar tales reglas fue Jack Broughton, un destacado pugilista de la década de 1730, que abrió su propio estadio en 1743. Ideó las reglas para dar a sus luchadores cierta protección (él mismo había matado a un adversario dos años antes).
Durante la siguiente generación se impulsó la creación de las Reglas de Queensberry y las peleas con guantes. Las peleas a puño descubierto se celebraron generalmente bajo las “Reglas Nuevas” sancionadas por la Pugilistic Benevolent Society en 1866, que había desbancado a la “Pugilistic Asociation’s Revised Rules” de 1853. Con frecuencia se las llamaba popularmente como “las Reglas del London Prize Ring”.
El éxito de los boxeadores siempre ha estado asociado a su tamaño. En los primeros años del pugilismo, sin embargo, había sólo un “Campeón”, que siempre solía ser uno de los más pesados. El término “peso ligero” se utilizaba desde principios del siglo XIX y a veces se organizaban combates entre los hombres más ligeros, pero no había un campeonato específico para ellos. Los términos peso ligero, peso wélter, peso medio y peso pesado llegaron a ser comunes a finales del siglo XIX, pero no había definiciones universalmente reconocidas de cada categoría de peso.  Durante todo el siglo XX se agregaron nuevas categorías, extendiendo el rango desde la más baja el “strawweight” (peso paja) hasta “superheavyweight” (peso superpesado) pero sin consenso sobre sus definiciones.
En los primeros tiempos del pugilismo, todos los luchadores eran “profesionales” en el sentido que pocos luchaban por “placer” más que por dinero.
Para entonces, los viejos profesionales a puño descubierto del “Prize-Ring” estaban en evidente declive. Ese deporte siempre había sido ilegal, pero había sobrevivido hasta principios de siglo porque había tenido un gran apoyo popular y porque lo habían apoyado muchos hombres influyentes. Hacia 1867, sin embargo, los desenlaces de las peleas eran cada vez más sospechosos e, incluso, a veces los púgiles no se presentaban a las peleas, por lo que se obtenía menos dinero y el pugilismo desapareció lentamente.
El 7 de febrero de 1882, en la ciudad de Mississippi (EEUU),  se celebró el último campeonato de boxeo a puño descubierto entre pesos pesados.
Las reglas de Queensberry

El “boxeo”, a diferencia de otras formas de lucha con los puños, data de 1867, cuando los “Cámaradas de John” redactaron las reglas nuevas, las reglas se publicaron bajo el patrocinio del Marqués de Queensberry, cuyo nombre siempre se ha asociado con ellas.
Había doce reglas en total, y se especificó que los combates deben ser “un combate de boxeo justo de soporte-arriba” en un “ring” (cuadrilátero) de 24 pies (ocho metros) de lado. Los “rounds” (asaltos a mano armada) debían tener una duración de tres minutos, con un minuto entre cada uno de ellos.  Se conceden diez segundos para levantarse al púgil que haya caído al suelo durante un asalto. Se deben llevar guantes nuevos del “tamaño justo” y se prohíbe específicamente “luchar o abrazar”.
El propósito de los guantes es proteger los nudillos. Los guantes de boxeo normales tienen el aspecto de un par de guantes hinchados, son a menudo rojos y se atan alrededor de las muñecas por la parte interna del antebrazo. El primer combatiente en ganar un título mundial según estas reglas fue el Caballero Jim Corbett, que derrotó a John L. Sullivan en 1892 en el Club Atlético “El Pelicano” de Nueva Orleans (EEUU).
No existió el deporte “amateur” hasta 1867, cuando se celebraron los campeonatos para pesos ligeros, medios y pesados amateurs según las Reglas del Marqués de Queensberry en el Puente de Lillie en Londres.
Con la aceptación gradual de las reglas del Marqués de Queensberry, han surgido dos ramas claras de boxeo, el profesional y el aficionado, cada una de las cuales ha producido sus propios organismos reguladores locales, nacionales e internacionales, con sus propias variaciones de las reglas.
El boxeo profesional se divide en las siguientes  categorías: paja, minimosca, mosca, supermosca, gallo, supergallo, pluma, superpluma o ligeros junior, ligero, superligeros o welters junior, welters, superwelters o medios juniors, medios, supermedios, semipesados, cruceros y pesos pesados.
En en el boxeo amateur la división de pesos es la siguiente:  minimosca, mosca, gallo, pluma, ligero, superligero o welter junior, welter, medio, semipesado, pesado y superpesado


 

Boxeo en Las Vegas

Las Vegas es conocida como la meca del boxeo del mundo. La ciudad y el deporte son como hermanos. Cuando se trata de deportes en Las Vegas , el boxeo tiene que estar en el centro de la conversación. Se trata de uno de los impulsores de la industria de las apuestas deportivas en Las Vegas y es uno de los de la ciudad de las más concurridas y que más se habla de deportes.

Acerca de boxeo en Las Vegas

En términos generales, el boxeo se convirtió en un deporte de masas después de la Segunda Guerra Mundial y luego despegó en popularidad durante la década de 1960. Las Vegas se convirtió en un punto turístico muy popular y un paraíso de juego después de la Segunda Guerra Mundial también. Es casi como si el desarrollo de ambas van de la mano.

No se necesita mucho tiempo para comprender por qué Las Vegas se ha convertido en un centro para el mundo del boxeo. El deporte, la cruda y sangrienta, en la cara, y francamente intenso, se ajusta a la actitud de Vegas perfectamente. Se trata de Balls to the Wall.

La gente viene a Las Vegas para la fiesta y soltarse el pelo. Boxeo va de la mano con la cultura de la ciudad. Piense en ello como esto. El tipo de gente de boxeo atrae, atrae también a Las Vegas. Y viceversa.

Y hay otra razón. Las Vegas es la capital del juego de América. Deportes menudo se apostó por. El boxeo es un deporte fácil de jugar en. Por lo tanto, el boxeo ha subido al deporte importante y la forma de entretenimiento en Las Vegas , ya que despierta las líneas de juego y crea una alta participación, súper emocionada medio de apuestas.

 

Partidos famosos

Ha habido algunas grandes peleas de boxeo en los últimos años. Mike Tyson mordió la oreja a Evander Holyfield en el partido del campeonato infame de 1997. Cuando se dio a conocer Las Vegas para el boxeo fue durante el Sonny Liston y Floyd Patterson 1963 combate en Palacio de César . Noqueó a Liston Patterson, América estalló en aplausos y el caos, y Las Vegas se sitúa en el centro de todo.

En 1965, Muhammad Ali bailaron alrededor de Floyd Patterson, avergonzar al famoso boxeador frente a una gran multitud y audiencia de televisión enorme. Sugar Ray Leonard ganó una decisión muy debatida ante Marvin Hagler en 1987.

El nuevo milenio ha sido testigo de varias victorias por grandes figuras como Manny Pacquiao y Floyd Mayweather. Estos incluyen la pérdida de Ricky Hatton ante Pacquiao en el 2009 y el Oscar de la Hoya de la pérdida de Mayweather en el año de 2009.

Mientras el pueblo turístico de Las Vegas han tratado de hacer un boxeo de la actividad familiar en Las Vegas , el hecho es que los jefes del casino y dinero en efectivo que participan en su mayoría han hecho de esta una actividad para los verdaderos fanáticos del boxeo, adultos, y los jugadores.

Asistir a un combate de boxeo

Boxeo aficionado y los torneos están pasando todo el tiempo en Las Vegas. Casi cada fin de semana un partido se puede ver en algún lugar de la ciudad y preguntar a las taquillas, guías de viajes y lugares es una gran idea para ver si hay buenos partidos sucediendo mientras estás allí. Viernes de Combates, que se aloja por ESPN, a menudo hace paradas en Las Vegas.

Peleas de boxeo se realiza normalmente en un pocos lugares diferentes a lo largo de la Franja de Las Vegas . El MGM Grand , Orleans Arena, y el Mandalay Bay regularmente llevan a cabo todos los combates de boxeo. Todos estos lugares se puede llegar a través del público de transporte en Las Vegas .

Precio de las localidades varían, desde un precio tan bajo como diez a veinte dólares para las peleas de menor calidad a cientos de dólares para peleas de campeonato y las peleas grandes del mercado. Asegúrese de reservar con antelación para las peleas grandes.

Ir boxeo en Las Vegas

Lugares para el cuadro en están esparcidas por las diferentes áreas de Las Vegas . Desde lugares como el Centro de Boxeo de Barry al Centro de Capacitación Throwdown, hay lugares en toda la ciudad. Asegúrese de llamar con anticipación para reservar un anillo o una lección
 


"Lo que ocurrió en Las Vegas, se queda en Las Vegas”, rezan los carteles en el aeropuerto McCarran, un monstruo que -además de albergar miles y miles máquinas tragamonedas-, recibe y despacha unos 53 millones de pasajeros anuales. Cifras que no son definitivas, porque se está construyendo una nueva terminal, la tercera, que para el 2012, y a un costo de 1.600 millones de dólares, agregará 14 salas de embarque, lo que aumentará el número total a 117.

Cuando el pasajero llega en época de una gran pelea –especialmente en el otoño y la primavera del hemisferio norte- siempre será recibido por el ruido de las maquinitas y por una o más gigantografías anunciando el combate. Aunque Las Vegas podría vivir sin el boxeo, la actividad es una de las favoritas de la Ciudad del Pecado, por lo que el boxeo no podría vivir sin Las Vegas. 

Pongamos un ejemplo concreto, y muy cercano: la pelea a la que viajamos en diciembre pasado, en la que nuestro Marcos El Chino Maidana enfrentó a Amir Khan. Ya mientras esperábamos las valijas, estaban los enormes carteles anunciado el combate que fue programado en el Mandalay Bay. Este hotel se recorta en el horizonte y se divisa desde el avión, porque está muy cerca del aeropuerto. Parece estar hecho de oro y en su estructura de 39 pisos figura el exclusivo Four Seasons. Con sus 3.309 habitaciones a lo largo de 13.000 metros cuadrados, posee un mar artificial con olas y uno de los acuarios más completos del mundo. 

Eso no es todo, porque además, posee un estadio con capacidad para 12 mil personas. Hoy es uno de los grandes centros del boxeo de Las Vegas. Y quien hasta hace poco tiempo se encargaba de llenar el estadio con los guantes puestos hoy también lo hace, pero como promotor; estamos hablando, claro, de Oscar de la Hoya y de su empresa: Golden Boy Promotions.

Las Vegas fue durante años el reducto de señores adinerados y que además de jugarse compulsivamente grandes fortunas, entretenían sus ratos libres con hermosas señoritas. Este cliché incluye al sombrío Sonny Liston entrenándose en el hotel Thunderbird. Contaba el comediante Shecky Green: “Cuando Sonny Liston peleó con Floyd Patterson, fui en taxi al Convention Center y le dije al taxista que dejara el reloj andando, porque iba a regresar enseguida”. Efectivamente, Sonny necesitó de dos minutos y 10 segundos para despachar a Floyd... En ese tiempo -estamos hablando del 22 de julio de 1963-, el ring side costaba 100 dólares; asistieron 7.816 espectadores.

Fue también, la época en la que Frank, junto a sus amigotes –estamos hablando de Dino o Sammy-, formaron el “Rat Pack” del Dunes. Si usted necesita los apellidos, o es muy joven o no leyó nunca sobre Frank Sinatra, Dean Martín o Sammy Davis junior. De hecho, Frank interpretó “Ocean’s Eleven” casi 40 años antes que Clooney, Pitt & Co. Se dice que Sinatra, como accionista importante del Dunes, cantaba allí para llevar más clientela. 

Las Vegas, construida por gangsters como Bugsy Siegel, siempre se llevó bien con el boxeo. En el Convention Center, en los años 60, cayó la esperanza argentina de Jorge Fernández frente a Emile Griffith. Por el Sahara Hotel pasó, como huésped ilustre, el gran Sugar Ray Robinson –ya retirado- para dar algunas clases públicas de boxeo. Eso de “huésped ilustre” es un burdo eufemismo. Por el color de su piel, Sugar Ray no pudo alojarse en el hotel que lo había invitado...

Aquella pelea entre Sonny Liston y Floyd Patterson fue la primera en la que se disputó el campeonato mundial de peso pesado en Las Vegas. Pero en el 69 se montó un combate de campeonato mundial en un hotel; fue cuando el magnate Kirk Kerkorian hizo la pelea entre Liston y Leotis Martín en su nuevo hotel International. Aquella noche, en el semifondo, apareció un jovencito, flamante campeón olímpico, llamado George Foreman...

Pero hoy es hoy. Son muchos los hoteles temáticos: en el Paris se reproducen las callecitas de la Rive Gauche, en el New York se consume pizza hecha como en Brooklyn y en el Venetian se puede pasear en góndolas. Afluyen familias de todo el mundo –aunque mucho menos, después del atentado a la torres- y los grandes jugadores ya no son tantos tras la crisis global. 

Hoy es hoy. Oscar de la Hoya se codea con los Bob Arum y Don King, pero con un detalle, porque mientras El Pibe de Oro tiene 38 años, los veteranos promotores suman 158 entre los dos, ya que ambos tienen 79... Vestido con un traje gris, camisa blanca, sin corbata, una prolija barba de varios días, Oscar encandila la sala de prensa con su mejor sonrisa. Sabe muy bien que todo lo que toca es oro. Ha incorporado a su empresa la masiva publicidad de cerveza Tecate, es el dueño de la célebre revista “The Ring” y sigue sumando campeones mundiales.

Además habla en dos idiomas con gran fluidez. Flanqueado por Amir Khan y el Chino Maidana, Oscar presenta a ambos como un excelente vendedor que es, pupilo dilecto de Bob Arum, con quien aprendió, seguramente, lo bueno y lo malo del negocio. “Será una gran pelea”, dice Oscar y no se equivoca, claro. Mientras él habla, un breve ejército de jóvenes ejecutivos se mueven a su alrededor. Hoy, una pelea en Las Vegas es medida bajo la lupa del rating de HBO, que pone el dinero básico para montarla. Y la cadena está trabajando muy estrechamente con Golden Boy. De hecho, en el 2006, Golden Boy Promotions quebró el récord de pagar por ver, cuando sumó 2 millones de pantallas. 

Así que a lo que abona la televisión, se suma la recaudación por venta de entradas y lo que suelen pagar los casinos para que las peleas se realicen en sus estadios. “Esto es muy sencillo –nos explica Miguel Díaz, argentino, histórico curaheridas del boxeo- y es así: cuanta más gente ingrese a un hotel para ver una pelea, es más fácil que, cuando termine el show, se quede jugando en el mismo lugar...”.

La sala de prensa del Mandalay está ubicada prácticamente al lado de una de las puertas del estadio. No es demasiado grande, pero es capaz de albergar no solamente a un centenar de periodistas, sino de ofrecerles desayuno, almuerzo y casi cena: hay café todo el tiempo, bebidas sin alcohol, platos calientes y fríos... Todo al alcance de la mano, más dos pantallas con internet, una impresora, boletines de prensa por toneladas, más unos cincuenta pequeños televisores con las imágenes permanentes de ESPN y por lo menos tres o cuatro teléfonos de línea (aunque parezca mentira, todavía se usan). 

Los muchachos de la prensa hemos sido famosos siempre por beber y comer sin descanso, como decía Norman Mailer, especialmente cuando es gratis; la gente de Oscar lo sabe muy bien, aunque no son los únicos. Top Rank también es generosa a la hora de la comida, pero se extrañan otros tiempos, cuando además había regalitos extra, como la remera de la pelea, o el poster o, como en el caso de cuando Oscar enfrentó a Macho Camacho, ¡una cámara de fotos descartable, luciendo el poster de la pelea!

La tarima de conferencia de prensa para los boxeadores está ubicada en el lugar justo para que, unos diez metros atrás, se ubiquen cuidadosamente las cámaras de televisión. Nada desentona ni está fuera de lugar. El periodista llega, le toman el nombre y le dan una credencial provisoria, que solamente será reemplazada por la oficial el mismo día del combate. El día anterior se efectúa el pesaje. Un gigantesco telón negro divide el estadio casi en dos y se monta un escenario gigante, de espaldas al telón y de frente a la tribuna donde (entrada libre y gratuita) se ubican los fanáticos. 

El día del festival, que generalmente es a eso de las 18.30, las puertas de abren a las 14.30: no asiste casi nadie, pero mientras los boxeadores pelean en medio de un tremendo silencio, las 10 cámaras promedio terminan de ajustar sus ángulos y luces, ensayando para cuando llegue el momento.

Y mientras tanto, en los quioscos las remeras de la pelea se podrán conseguir a 30 dólares cada una y se formarán filas de curiosos cerca del estadio para ver a las celebridades. Generalmente los hoteles invitan a las estrellas para que les ofrezcan más glamour, por lo cual es muy posible –y posible en serio: a nosotros nos pasó- viajar en un ascensor con Jack Nicholson o compartir la piscina con Chuck Norris, como si tal cosa. De la Hoya aparece y desaparece, siempre precedido de su sonrisa. Da la impresión de que está harto de dar notas, pero las da igual, con cortesía y humildad. 

Algunos de sus ex rivales ahora, además, son sus socios, como Bernard Hopkins, quien lo noqueó en el MGM; o Shane Mosley, que le ganó dos veces. Su perfil se agranda aún más allá del límite del Río Grande: a través de HBO plus ha montado un ciclo de Boxeo Latino que se realiza en diferentes países. Su asociado directo es el promotor argentino Mario Arano, quien maneja a Lucas Matthysse, uno de los boxeadores argentinos con mayor proyección internacional, de la misma manera en que Golden Boy tiene la firma del Chino Maidana, quien aunque fue derrotado por Amir Khan, sigue en plena carrera.

Las espesas alfombras, el ruido permanente de las maquinitas, la semi media luz, la falta de relojes y de ventanales (hay siempre un tiempo sin tiempo en los casinos) se suma al folclore ya tradicional: bebidas gratis a los que están jugando, mucha música de rock en las confiterías, comidas que pueden variar desde unos 30 dólares para pizza y cerveza hasta los 2.100 dólares (propina de 300 ya cargada en la cuenta) en una cena para 8 personas en el Bartolotta del Wynn (eso sí, con champán francés). El Wynn, un hotel de 5 diamantes, es uno de los más exclusivos de Las Vegas. Entre otras delicadezas, posee un bar que se llama “Lago de los Sueños”, porque da a un lago artificial que incluye una cascada. De todas maneras, un café espresso puede rondar no más allá de los diez dólares...

Cuando se habla de grandes peleas –la presencia de Mike Tyson o de Oscar de la Hoya, por ejemplo, fuese cual fuese el rival de turno- se habla también de una electricidad especial que genera el combate. Y eso se siente en el aire, todo el tiempo... Hablando del tema: una leyenda dice que se inyectan tremendos chorros de oxígeno puro en el aire acondicionado, para que el sueño sea más reparador, más profundo y, sobre todo, más breve, así los pasajeros tienen más tiempo para seguir jugando.

Cuando peleaba Tyson, los pasillos de su hotel favorito, el MGM (30 pisos, 5.044 habitaciones en su edificio principal y un casino de 16 mil metros cuadrados) se convertían en un hormiguero humano. Imposible caminar rápido. Curiosos de todos los hoteles afluían a través del monorriel (un tren automático que une a varios hoteles a razón de 5 dólares el pasaje) o caminando, como fuera. A veces, había tanta gente o más afuera del estadio (15.000 personas aproximadamente) que adentro. El día que Tyson le mordió la oreja a Evander Holyfield, se produjeron grandes incidentes y en la estampida de la gente (sonaron algunos balazos) dieron vuelta algunas mesas de juego. 

Así como hoy Manny Pacquiao mueve multitudes, Tyson encendió a la gente quizás como nadie antes. 
Tal vez la magia sea ahora menos intensa, pero renace cada vez que Michael Buffer anuncia "Let´s get ready to the ruummmmmmblee!". Y luego, cuando todo ya terminó, se despachó el anteúltimo whisky y llega el momento de la partida... Entonces el avión emprende vuelo y a través de las ventanillas se divisa aquella masa de cemento, desierto, luces, colores y extravagancia. Y el viajero dirá para sí mismo: “Hasta la próxima, Las Vegas...”

Por Carlos Irusta                        

 


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